Pocas veces te vi realmente feliz,
Te miraba desde aquella mesa
Y yo tan sólo atiné a sonreír.
Te miraba ahí parado sonriéndome,
Abrazando a aquella hermosa mujer de ojos violetas,
Ella te miraba con tanta adoración y ternura,
Y sin embargo, yo deseaba que estuvieses a mí abrazándome,
Pero lo único que yo quería…
A pesar de todo era volver a verte feliz.
Me recosté en el respaldo de la silla,
Dirigiendo mi mirada a la tuya,
Tú sonreías como si fuera el Sol de la mañana,
Y de aquellos ojos tuyos, parecía brotar la luz de tu alma,
Un camino salado resbaló por mi mejilla,
Me sentí feliz al verte sonreír de nuevo,
Tú me miraste, dirigiéndote a mí
Y me sonreíste como sólo tú lo sabes hacer,
Me abrazaste y yo tan sólo lloré,
Sentía que un ángel me abrazaba,
Te había extrañado tanto desde el día en que partiste,
Tomaste mi mano y me guiaste a la pista,
Con aquellas manos que más bien sentía que eran tus alas,
¿Me llevarás a volar? Porque estoy lista,
Comenzamos a bailar mientras aquella canción
Comenzaba a sonar,
Aunque fuese solo un sueño,
Estoy feliz de haberte visto una vez más,
¡Ay amigo mío! Cómo te he extrañado,
Yo he llorado cada veinticinco de Junio
Desde esa misma fecha en el dos mil nueve,
Orando que en donde estés, estés en paz,
Como no lo fuiste cuando la vida te envolvía,
Volviendo a aquél sueño,
Te miraba frente a mí
Mientras bailábamos por primera vez,
¡Qué bueno que estés feliz!
Ahora lo eres mucho más que antes de que
Te marcharas,
Pocas veces te vi así,
Y mientras sostenía tu mano,
Yo tan sólo atiné a sonreír,
Al despertar,
Miré al sol y suspiré,
Recordando aquél hermoso sueño,
Hermoso porque estuviste ahí presente,
¡Ay amigo mío! Te extrañaré hasta volverte a soñar,
En vida, yo te miraba ahí,
Te miraba a ti,
A ti, niño del cielo, eres de Dios,
No eres de los mortales,
Podrán las lágrimas resbalar por mi rostro,
Pero serán de felicidad al saberte en paz al fin,
Al saber que en aquél viaje eterno
Serás más feliz que aquí en la tierra,
En mis sueños te veré así,
Sonriente y brillante como el sol
Que se asoma entre las nubes,
Y mientras en mis sueños sostenga tu mano,
Yo sonreiré porque sabré que estás ahí.
Te miraba desde aquella mesa
Y yo tan sólo atiné a sonreír.
Te miraba ahí parado sonriéndome,
Abrazando a aquella hermosa mujer de ojos violetas,
Ella te miraba con tanta adoración y ternura,
Y sin embargo, yo deseaba que estuvieses a mí abrazándome,
Pero lo único que yo quería…
A pesar de todo era volver a verte feliz.
Me recosté en el respaldo de la silla,
Dirigiendo mi mirada a la tuya,
Tú sonreías como si fuera el Sol de la mañana,
Y de aquellos ojos tuyos, parecía brotar la luz de tu alma,
Un camino salado resbaló por mi mejilla,
Me sentí feliz al verte sonreír de nuevo,
Tú me miraste, dirigiéndote a mí
Y me sonreíste como sólo tú lo sabes hacer,
Me abrazaste y yo tan sólo lloré,
Sentía que un ángel me abrazaba,
Te había extrañado tanto desde el día en que partiste,
Tomaste mi mano y me guiaste a la pista,
Con aquellas manos que más bien sentía que eran tus alas,
¿Me llevarás a volar? Porque estoy lista,
Comenzamos a bailar mientras aquella canción
Comenzaba a sonar,
Aunque fuese solo un sueño,
Estoy feliz de haberte visto una vez más,
¡Ay amigo mío! Cómo te he extrañado,
Yo he llorado cada veinticinco de Junio
Desde esa misma fecha en el dos mil nueve,
Orando que en donde estés, estés en paz,
Como no lo fuiste cuando la vida te envolvía,
Volviendo a aquél sueño,
Te miraba frente a mí
Mientras bailábamos por primera vez,
¡Qué bueno que estés feliz!
Ahora lo eres mucho más que antes de que
Te marcharas,
Pocas veces te vi así,
Y mientras sostenía tu mano,
Yo tan sólo atiné a sonreír,
Al despertar,
Miré al sol y suspiré,
Recordando aquél hermoso sueño,
Hermoso porque estuviste ahí presente,
¡Ay amigo mío! Te extrañaré hasta volverte a soñar,
En vida, yo te miraba ahí,
Te miraba a ti,
A ti, niño del cielo, eres de Dios,
No eres de los mortales,
Podrán las lágrimas resbalar por mi rostro,
Pero serán de felicidad al saberte en paz al fin,
Al saber que en aquél viaje eterno
Serás más feliz que aquí en la tierra,
En mis sueños te veré así,
Sonriente y brillante como el sol
Que se asoma entre las nubes,
Y mientras en mis sueños sostenga tu mano,
Yo sonreiré porque sabré que estás ahí.
Por: Lucy Giraldo.
-
-
-
Si, otro sueño más que me inspira a escribir. No me considero una poetisa, pero llevo años escribiendo poemas, practicamente desde que era muy niña, pero deje de hacerlo hace mucho y ahora vuelvo con más y más poemas.
En esta ocasión, este poema de nuevo gira en torno a aquella persona a la que quería mucho cuando aún estava viva. Amigo mio, te dedico este poema, Mike y a ti tambíen, Liz.
-
-
Si, otro sueño más que me inspira a escribir. No me considero una poetisa, pero llevo años escribiendo poemas, practicamente desde que era muy niña, pero deje de hacerlo hace mucho y ahora vuelvo con más y más poemas.
En esta ocasión, este poema de nuevo gira en torno a aquella persona a la que quería mucho cuando aún estava viva. Amigo mio, te dedico este poema, Mike y a ti tambíen, Liz.
Entradas
Paso a saludarte...Y que pases un feliz fin de semana..Gracias por tus visitas,besos
Es un poema lleno de melancolía. Las terceridades del amor son cosa de rutina en la lírica, es la sensación más mundana y humana que tiene el ser humano.
Tu nota al pié también suena a nostalgia, a extrañeza. Escribir es una forma de mirar el mundo, las etiquetas sobran y no hacen ninguna falta. Escribir es lo que importa.
Un abrazo cálido.
Natu.-